El Nisperal es una reserva natural ubicada en el municipio de la Concepción, Masaya.
Esta reserva esta ubicada en las montañas de Masaya, a unos 800 metros sobre el nivel del mar, en la llamada “Meseta de los Pueblos”. Su nombre se debe al arbol de nispero (Manilkara chicle) y hace referencia a abundancia de esta especie. Pero, en realidad no hay abundancia de este arbol.
En los ultimos años, el bosque tropical seco que resguarda el Nisperal ha ganado importancia ecológica en la zona, porque paradójicamente, a su alrededor el bosque está desapareciendo.
Miles de manzanas de cultivo de piña y pitahaya han remplazado los arboles de níspero y otras especies nativas del bosque seco del pacífico de Nicaragua. El avance de estos monocultivos continúa.
Actualmente, la reserva de El Nisperal prácticamente constituye una isla boscosa en medio de un desierto de tallos espinosos de donde crecen las pitahayas y ananas donde nacen las piñas.
Sobre las elevadas crestas de la montaña se ve los extensos monocultivos y te da la sensación de estar en una isla.
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Refugio de fauna y flora
En diciembre de 2021 el grupo Quetzallí Nicaragua, que realizan estudios de aves en distintos ecosistemas de Nicaragua, visitaron la reserva el Nisperal. Las investigadoras a cargo de la visita fueron Erika Reyes y Yoleydi Mejía.
Se han registrado 153 especies de aves y creen que pueden ir sumando nuevas especies conforme realizan más avistamiento. En el Pacífico de Nicaragua cualquier bloque de bosque es bueno para las aves y otros animales.
En diciembre, aun se ve bruma sobre las montañas boscosas de El Nisperal. En este lugar se siente el azufre que emana el volcán Masaya, que no esta tan lejos.
La investigación de Quetzallí trata de demostrar que esta reserva es un refugio para aves que viven en el país y aquellas que están de paso o son migratorias. En este lugar han visto al Setophaga pensylvanica o reinita de Pensilvania, una especie que viaja desde Norteamérica.
En el Nisperal reside una población de monos congos o aulladores (alouatta palliata). Al estar fragmentado el bosque, este grupo se encuentra aislado. El Nisperal es una reserva de flora que está desapareciendo producto de la deforestación, como el mismo níspero.
La pitahaya se come el bosque
El Nisperal pertenece a la comunidad Palo solo o San José, de la Concepción, Masaya. No tiene un centro urbano y las viviendas son fincas alejadas una de la otra. En esta reserva se ven vestigios del cultivo masivo de café bajo sombra, que es armonioso con el bosque. Aún hay unas cuantas plantas de café.
Sin embargo, todo el café ha desaparecido junto con el bosque que le daba sombra. En cambio, desde varios años se sustituye por la pitahaya o la piña. El consumo de estas frutas se masificó y ahora también se está exportando, lo que ha aumentado su demanda.
La zipilota es una joven habitante de la comunidad, pidió que no se le mencionara, por eso se usa su apodo. Ella creció en este lugar y ha visto como la montaña es rasurada. Afirma que gran parte de las familias de la comunidad son productora de pitahaya y piña en grandes cantidades. “En 10 años he visto como se ha reducido el bosque”.
La zipilota dice que ahora ve menos aves, la guatusa, el conejo silvestre, el venado y tigrillos han desaparecido. La joven explica que en la comunidad hay 3 acopios de pitahaya para exportación.
Los monocultivos de la pitahaya y la piña no generan muchos empleos en la comunidad o en el municipio de la Concepción. Solo las personas que cortan las frutas son las que logran tener trabajo. Sin embargo, la zipilota señala que los dueños de las fincas de monocultivo si se han beneficiado, se notan en sus casas y estilo de vida.
Potencial turístico
El bosque ha sido inspiración para la zipilota quien está estudiando biología.
La reserva EL Nisperal tiene buenos senderos para caminar. Como se menciona en el texto, se puede ver una variedad de aves, monos aulladores y con su suerte otros mamíferos. Los senderos son ideales para practicar ciclismo de montaña.
El Nisperal tiene una casona antigua y el bosque a su alrededor provoca un sentimiento de paz y tranquilidad. Lamentablemente, esta reserva privada no está abierta al público.
Las reservas silvestres privadas constituyen los más importantes santuarios para la fauna y flora del Pacífico de Nicaragua porque hay una efectiva protección de las especies.