RN consiguió hablar con la prima de Víctor Manuel Matamoros Morales, el miskito que es una de las víctimas confirmadas de la masacre del cerro del Diablo, en el corazón de la reserva de biosfera Bosawas.
Confirmada por varios medios de comunicación y organizaciones de derechos humanos en la Costa Caribe de Nicaragua, la noticia del asesinato de al menos una decena de indígenas de la etnia miskita y mayagna, se esclarece poco a poco.
La prima de Matamoros Morales afirmó que no tenía mucha información de cómo sucedieron los hechos. Hasta el momento no hay mucha claridad en torno a cómo sucedió el ataque y cuales son las identidades de los asesinados.
Se habla de una mujer y un niño asesinados, pero aún no hay nombres.
La prima de Matamoros Morales también es miskita y afirma que a su pariente lo asesinaron frente a su suegra.
“No manejo más detalles”, aclara. Sin embargo, explica la hermana de su primo ultimado llegó hasta cierto punto donde ocurrió el ataque y después regresó a Bonanza.
Ella afirma que la esposa de su primo y la suegra son sobrevivientes del ataque.
Pero ¿por qué después de varios días no se tiene información clara de lo que sucedió?
La miskita asegura que el clima lluvioso imposibilita transitar a buen ritmo.
No obstante, afirma que su familia ya le ha informado que los mayangnas fallecidos ya fueron sepultados, incluido su primo, a quien “decidieron sepultarlo en el mismo lugar de los hechos, por el avanzado estado de descomposición”, sostiene.
“Ya son 5 días El ejército y la policía está recorriendo la zona, hay personas que huyeron a la montaña para salvarse de la masacre”, relata la miskita.
“Todavía el resto de la familia estamos a la espera de que su única hermana regrese de la zona de la masacre para tener una versión más real porque es la que han conversado directamente con la suegra y esposa de mi primo”, señala.
Trabajaban en mina ilegal
La fuente asegura que su primo asesinado trabajaba con otras personas, una cantidad que no supo determinar, en la explotación de una mina ilegal en el cerro del Diablo.
No está claro si al momento del ataque ellos estaban trabajando o no en la mina.
Por su relación con su esposa, quien es mayagna, él fue a dar a la mina en el territorio del cerro del Diablo, explica.
“Su familia política inmediata se dedicaban a la actividad de la güiriseria” o minería ilegal, afirma la miskita.